La Acrópolis es probablemente el monumento más famoso y más visitado en el mundo desde la antigüedad. Es el símbolo de Atenas y su monumento más famoso. Cada año millones de visitantes de todo el mundo vienen a admirar este símbolo de la antigua civilización griega. Sobre la roca de la Acrópolis hay varios monumentos, la mayoría de ellos construidos durante la Edad de Oro de Pericles (siglo V a.C.)
La palabra "Acro-polis" significa la ciudad de la cima. Elevándose sobre la capital, con una vista tremendamente impresionante, y caminando por sus jardines, da al visitante una sensación de temor y una impresión real de la grandeza de los antiguos griegos. El fundador de Atenas y la civilización griega fue el rey Cécrope, según la mitología. Nació de la tierra y era mitad hombre, mitad serpiente. Pensó que debía celebrarse un concurso para decidir qué dios protegería a la ciudad.
Hubieron dos candidatos: la diosa Atenea y el dios Poseidón. A fin de demostrar su valía, cada uno de ellos otorgó a la ciudad un regalo. Poseidón golpeó su tridente en la roca de la Acrópolis, y surgió un pozo. La gente corrió al pozo para beber de su agua, pero tuvieron que escupirla, ya que el agua era salada, Poseidón es un dios de mar. Luego Atenea tocó el suelo, y creció un olivo. Esto resultó ser mucho más útil, por lo que Cécrope decidió que Atenea sería la patrona de la ciudad. En el lugar exacto donde el olivo surgió, los Atenienses construyeron un pequeño templo, "Erecteón", que aún permanece allí. La roca sagrada se dedicó a la diosa Atenea pero sus laderas fueron tomadas por otros cultos. Numerosas cuevas en la escarpada ladera norte se utilizaron como santuarios y se abordaron por un peripatos, una ruta, de un kilómetro de largo, que rodeara el peñasco por todo el camino hasta la ladera sur con sus numerosos santuarios y otros monumentos importantes. Hoy en día, el área está muy protegida, en proceso de restauración, y se ha declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.