Los castillos y las murallas de Tesalónica se crearon en la antigüedad, ya que era necesario fortificar la ciudad. Se cree que datan de la fundación de la ciudad.
La Acrópolis de Tesalónica se erigió en la antigüedad en el punto más alto de la ciudad. Era la fortificación de segundo nivel y estaba destinada a ofrecer refugio a la población de la ciudad en caso de incursiones. Allí, los castillos eran altos, las torres gruesas y donde el terreno lo permitía, había murallas. Situado en la esquina nororiental de la acrópolis y con vistas a la ciudad, se encuentra el Eptapirgio, la fortificación del tercer nivel, el último y más fuerte fuerte, con sus fuertes muros y siete torres.
De las siete torres de la fortaleza, la del medio que flanquea la entrada se construyó en 1431. Hasta 1989, Eptapyrgio se utilizó como prisión. En los últimos años, la fortaleza sufrió muchas reparaciones, restauraciones y cambios, mientras que se crearon nuevos espacios para museos y otros eventos culturales.